Con la eliminación del Título 42 se calcula que hasta 18,000 personas al día intentarían cruzar la frontera
Una ola gigante está por llegar a la frontera entre México y Estados Unidos. El 23 de mayo, Estados Unidos va a levantar el llamado Título 42, un mecanismo que le permitía deportar en solo minutos a inmigrantes que buscaban refugio o asilo político. Y todos, a ambos lados de la frontera, deberíamos prepararnos para lo que esa derogación provocará.
El Título 42 ya no se podía alargar ni justificar más. El primer día de abril, la doctora Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades anunció el próximo fin de la orden así: “La transmisión de covid-19 por personas que no son ciudadanos de Estados Unidos ha dejado de ser un peligro serio para la salud pública”.
La orden que permitía la deportación exprés por razones de salud pública fue una herencia del gobierno del presidente Donald Trump, cuya gestión la implementó desde marzo de 2020. El actual gobierno de Joe Biden, quien lleva poco más de un año en la presidencia, la aprovechó y en estos dos años se ha usado para rechazar a 1.7 millones de personas.
Ahora, con su eliminación, los ojos del continente estarán puestos en la línea que divide México de Estados Unidos: para muchos será una razón para emprender el viaje al norte, para México será un desafío aún mayor que se suma a la crisis fronteriza que ya existe, y para el presidente estadounidense será otra crisis más con repercusiones en la crispada política nacional.
¿Qué tan grande sería la nueva ola migratoria? Imposible de saber. Pero el gobierno estadounidense calcula que hasta 18,000 personas por día (lo que significarían unos 540,000 indocumentados al mes) podrían intentar cruzar la frontera.
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